Mi propia historia

Antes de los 41 años, mi vida era un constante movimiento. Los tacones altos y mi mochila eran mis compañeros inseparables en la jungla corporativa. Pero una serie de eventos inesperados me llevaron a un viaje de autodescubrimiento que transformaría mi vida por completo.

Recuerdo la primera vez que miré mis zapatos de tacón y sentí un nudo en la garganta. No era solo un par de zapatos, era una parte de mí que se estaba despidiendo.

Tras varias cirugías de cadera y una reconstrucción de pelvis, pase 2 años y medio en recuperación y el resultado final fue el apoyo permanente de un bastón para caminar.

Lo que me llevo a sentir una pérdida muy profunda de mi propósito en la vida, y me hacia la pregunta ¿y ahora qué hago? ¿cómo me repongo? Ya Nunca Mas seré, esa mujer que era capaz de mover el mundo desde sus tacones y su mochila.

El camino fue de miedo e incertidumbre y cuando recordé todo lo que aprendí de mí misma a través del Coaching Ontológico cambié la forma en la que estaba viendo mi vida. Logre desafiarme nuevamente, pedir ayuda, ahondar en lo más profundo de mí y volver a renacer. Me ayudo a entender que bajarme de los tacos era la oportunidad que la vida me dio para dar el paso y dedicarme a lo que más me apasiona en la vida; acompañar a otros a encontrar su propósito.

"Los tacones altos me permitieron alcanzar muchas metas, pero fue al quitarmelos que encontré mi verdadera altura."